Si te digo "no pienses en un caballo blanco", ¿qué te viene a la mente? pues precisamente un caballo blanco. Pienso que esto es lo que nos pasa a los adictos a la comida, estamos tanto tiempo rechazando la comida que le damos un papel extraordinario en nuestras vidas.
Seguro que tod@s, como yo, ligamos el hecho de comer con nuestras emociones: tristeza, alegría, enfado, frustración, añoranza, aburrimiento...¿Por qué? ¿Por qué algo tan sólido como un trozo de carne, de queso o de pastel tiene que ir unido a algo tan ligero como un sentimiento o una emoción? En este punto estoy trabajando estos días: comer sólo cuando tenga hambre y no alimentar mi mente con resistencias a la comida.
¿Cómo? En el momento en que los dos cables (comida-emoción) conectan, intento desconectar con meditación u otra actividad placentera: pasear, leer, hablar, bailar, etc, etc...
Está semana voy consiguiéndolo: sólo caí el martes con el pastel de pera. Veremos el resultado, mañana toca báscula. Os cuento.
4 comentarios:
vaya, buena teoría. es lo mismo k con el tabaco (para las k fumamos). Estamos con los amigos de cerveceo: fumar. Estamos en el ordenador: fumar. Estamos viendo la tele: fumar. y con la comida tres cuartos de lo mismo. tendré que probar eso de la meditación xDDD
Mujer, yo lo he intentado, pero tú has puesto la foto del caballo... ja ja ja.
Así no se puede ;-p
Tienes razón: cuando no paramos de pensar en la comida es más complicado adelgazar. Supongo que el truco de perder peso no está tanto en comer menos (porque bien ya comemos) sino en comer sólo cuando tengamos hambre de verdad y desligar el comer de las emociones.
Meditar ayuda a parar la ansiedad, la de la comida y la de cualquier otra cosa.
Veremos qué dice la báscula mañana.
Hasta entonces, un abrazo.
*^_^*
No pienses en pan integral con queso de burgos y tomate jejeje
Besos
Si que es verdad quecuanto mas pensemos en la comida y los menus peor porque nos obsesionamos y al final caemos en cosa que no debemos.
Un beso y que tengas buena semana!
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