jueves, 8 de diciembre de 2011

Adicción a la comida



Esta chica tan luminosa -no sé si ya la habéis escuchado- explica muy bien lo que quiero expresar hoy. De hecho, y no sé si casualmente, trata especialmente mis propias adicciones: chocolate, queso y café. Estoy segura que serán las mismas que muchos de vosotr@s. Da consejos sencillos, que ya conocemos, pero que no va mal recordar.
Me comprometo hoy a iniciar un nuevo hábito: desayunar sólo fruta. Lo haré a días alternos para incorporar el hábito paulatinamente. ¿Qué opináis? ¿Algún consejo?

4 comentarios:

Amelia dijo...

Preguntas qué opinamos.

Yo opino que la niña luminosa es muy mona, pero desayuna fatal. Un poco de fruta no es un desayuno, me parece a mí (y a mi endocrina y a mi nutricionista). Es muy sana la fruta, pero yo no soy una ardilla, y necesito algo más potente, que precisamente a la hora del desayuno es cuando más horas llevo sin comer, y tengo que echar carburante al body.

Que tiene razón en que no hay que caer en adicciones, pero tomarse un café por la mañana no lo veo una "adicción". Yo sí soy persona antes del café, y me lo tomo con placer. Y por supuesto, si no pensaba privarme de comer de todo, muchísimo menos voy a dejar el café.

Antes, cuando fumaba, tomaba unos siete cafés con leche al día. Puede que entonces fuera algo exagerado, aunque la verdadera adicción era el tabaco. Lo del café era como para suavizar la garganta por fumar tanto. Ahora me tomo dos cafés con leche, y voy a seguir.

Puestos a denunciar adicciones, supongo que también lo soy a la comida (no puedo pasar un día sin comer, lo del ayuno no va conmigo), al aire (si no respiro, al rato me pongo morada y no me encuentro bien) y al dinero, cuando no tengo un duro lo paso fatal.

Pero éstas son otras historias... ja ja ja.


En fin, que tal vez habría que mirar a ver qué ejercicio puedes añadir a tus rutinas, algo que te haga mover otros músculos y que te haga subir el ritmo cardíaco. Y luego, comer un poquito menos de las cosas que sabemos que engordan más. No dejarlas del todo, pero espaciarlas en el tiempo, no meterse entre pecho y espalda dos raciones de "esas cosas" en el mismo día.

Un beso.

PD - Yo predico y predico, pero aluego-despué hay que ver mi tabla de peso, que no bajo de los 80 ni a la de siete (la de tres ya ni la nombro).

Amelia dijo...

He estado mirando otros vídeos de la niña luminosa. Hay cosas que no me acaban de convencer, pero he visto que ha descubierto el método Silva.

En mi adolescencia me ayudó mucho a centrarme en mi vida y en mis historias, y creo que voy a recuperar el libro del señor Silva(por alguna estantería anda) y a ver si consigo ayudarme, no a perder peso, sino a estar a gusto conmigo misma (más) y así perder peso.

Mira tú con la niña luminosa... me ha dado una idea. Además, la chavala es monísima de la muerte, la madre que la parió, ja ja ja.

Odalisca dijo...

Amelia, :) siempre me arrancas una sonrisa. Sí, la niña luminosa no tiene porque estar en lo cierto al cien por cien. De hecho, yo tampoco estoy muy de acuerdo con el tema de los ayunos. Elegí este vídeo en concreto porque es el que me pareció más lúcido.
Yo no voy a renunciar a mi café con leche tampoco, pero no me parece mala idea lo de desayunar fruta, sobretodo si sé que no tendré una actividad muy frenética. Está bien no ser drástica y eliminar alimentos completamente, como hacen tantas de las chiquitas que ya conocemos, pero algo hay que hacer si moderarse un poco no es suficiente, ¿no crees?
Por cierto, ¿qué mides? porque tal vez ese 80 ya es tu peso...ya lo querría yo para mí :)
Besos, sigo contando.

Amelia dijo...

Mira, mido 1'66.

No, estoy segura de que 80 kilos no me tocan, me tocan unos 65, con un margen de cinco o seis arriba o abajo, que tampoco voy a ir al centigramo exacto.

Mido lo mismo que a los 18, y entonces pesaba 55 kilitos más bien puestos que toas las cosas.
Estos 25 de más también los he ido colocando bien, no me quejo, que los tengo distribuídos y no todos en el pandero o en la tripa. Al menos mis genes se han enrollado y han repartido la masa por todas partes.

No, si encima he de estar contenta, ya te digo... ja ja ja.